16 de enero de 2011

Recuerdos : En estaciones del Metro



La mayoría de nosotros ha viajado alguna vez en el metro de la ciudad de México. La verdad es que este sistema de transporte es mi favorito, no sólo por su rapidez para viajar grandes distancias, sino por la cantidad de cosas "pintorescas" y únicas que podemos ver a lo largo de cada una de sus estaciones.
En la ciudad de México la idea de construir el Metro comenzó en 1950, pero fue hasta el 17 de junio de 1967 cuando el gobierno de la ciudad empezó oficialmente a construir la primera línea. Después de dos años de construcción la primera línea fue inaugurada y abierta al público el 4 de septiembre de 1969.
Una de las mayores dificultades que sea encontrado en las construcción de este tranporte subterráneo es el subsuelo lacustre de la ciudad de México, ya que como sabemos, ésta fue construida sobre un lago. A todo esto también debemos de sumarle la incidencia de movimientos telúricos.




Una de las características importantes del metro son los pictogramas que identifican a cada una de las estaciones. Esos pequeños dibujos o siluetas de objetos y personajes clave de la historia de nuestro país,siempre han llamado mi atención, ya que no es necesario que uno sepa leer o hablar el mismo idioma para poder identificarlos. Este sistema de señalización tiene como objetivo guiar de forma clara y objetiva a los usuarios para que puedan desplazarse a sus destinos sin confusiones. El sistema de señalización, además del distintivo institucional del Sistema de Transporte Colectivo fue desarrollado por el Diseñador Gráfico Lance Wyman. La famosísima "M" del metro, hace referencia a las tres primeras líneas (construidas en la primera etapa del proyecto) en sus barras verticales y a un tren circulando, con la barra superior que las rodea.






Al viajar en metro uno puede encontrarse con personas de todos los niveles sociales, conviviendo con un fin común: llegar a su destino. Gente corriendo, enojada por no poder llegar a  sus trabajos a tiempo, mujeres amamantando a sus hijos, jóvenes estudiando para el exámen final,vendedores ambulantes ofreciendo su mercancía de vagón en vagón.





Tengo muchísimos recuerdos de viajes cortos y otras veces muy largos en este sistema de transporte. De la estación 4 Caminos, recuerdo a grandes cantidades de personas corriendo por los pasillos, empujándose unos a otros. A la salida de la estación había un pequeño tianguis, donde alguna vez me propinaron tremendo pisotón del cual mi pie quedó resentido meses después.La imagen de esta estación representa al Toreo de Cuatro Caminos el cual fue demolido en 2008. Debe su nombre a la palabra de origen náhuatl "Nauh Campa" que significa hacia los cuatro rumbos.


La estación Normal representa para mí el punto de partida y de llegada, el principio y el fin de mis aventuras en metro, por ser esta la estación más cercana a casa. El símbolo de la estación representa la torre principal del edificio de la Escuela Normal de Maestros, el cual fue inaugurado en 1947 por Jaime Torres Bodet y actualmente es donde se capacita a los jóvenes que desean ejercer la docencia a nivel primaria. La estación, está ubicada en la avenida México-Tacuba y se encuentra rodeada de taquerías de olor nauseabundo que invitan a sus clientes  a comer, mostrando en sus puestos enormes manojos de cilantro y cebollas, mientras perros callejeros esperan ansiosos que algún trozo de carne caiga al suelo por descuido del taquero. También están los puestos ambulantes repletos de calculadoras, relojes, artículos para el cabello, etc. 


Si bajábamos en la estación San Cosme, podíamos encontrar un sin fin de comercios entre los cuales se encontraban zapaterías como La Palma, La Ribera, La Joya, que era donde me compraban el horrendo calzado escolar.
También se encontraba el Cine Ópera en la calle de Serapio Rendón donde alguna vez llegué a ver con mucha emoción una gran reunión de jóvenes punk. Enfrente del cine estaba un café de chinos con sus típicas imágenes de Buda adornando la entrada. A unos cuantos pasos el Teatro Manolo Fábregas y a un costado los riquísimos tacos de chilorio de La Tonina. Me encantaba ver en el mostrador de este lugar una colección de vasos que contenían Coca-Cola de los que caía espuma de formas muy peculiares y que me mantenían embobada pensando como no se derramaba el líquido, más tarde comprendí el truco. Era también divertido caminar sobre las rejillas ubicadas en el camellón de avenida San Cosme en el momento en que el Metro pasaba a toda velocidad, levantando mi vestido o falda. La imágen que representa esta estación pertenece a uno de los balcones de la fachada del colonial de Mascarones, localizado a un costado de la estación, la cual subsiste como joya colonial.


 




En el corazón de la ciudad de México, encontramos la estación Zócalo. Cada vez que me encuentro en este lugar siento una enorme emoción que recorre todo mi cuerpo. Es el cúmulo de historia que data de tiempos prehispánicos lo que hace de este lugar el más importante de nuestro país. Alrededor de la Plaza de la Constitución se encuentran el Palacio Nacional, el Edificio Virreinal y la Catedral Metropolitana. En los pasillos de esta estación podemos admirar una exposición permanente de maquetas y fotografías en blanco y negro en las que se aprecian los cambios que ha tenido este lugar. 




Sería imposible hablar de cada una de las 175 estaciones que integran la red. Pero lo que sí puedo decir es que me encanta viajar en Metro y cada vez que voy a la ciudad de México procuro viajar en él y si es en el primer o último vagón, mucho mejor, para poder apreciar sus oscuros túneles.



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