A mediados de la década de los setentas surgió un grupo de jóvenes poetas integrado por Carmen Boullosa, Verónica Volkow, Francisco Segovia, entre otros, denominados "La generación sin nombre". Como la mayoría de los poetas, estos jóvenes tuvieron que atravesar varios obstáculos para ver su obra publicada. Debido a esto surgieron empresas arriesgadas llamadas "editoriales marginales", las cuales se mantuvieron al margen de los círculos de venta y distribuían sus libros de poesía de mano en mano entre familiares y amigos. Las publicaciones se realizaban de manera casera, con recursos extremadamente limitados, pero sin descuidar la presentación y el aire poético que en ellos se publicaba. A pesar de las grandes dificultades que enfrentaban estas editoriales, igual de grande era su entusiasmo por seguir publicando libros. De entre todas las editoriales dedicadas a difundir el trabajo de "La generación sin nombre", existe una que hasta el día de hoy cuenta con más de 30 años de experiencia: El Taller Martín Pescador.
Este lugar fue fundado por el editor, tipógrafo e impresor Juan Pascoe. Nacido en Chicago en 1946, Juan aprendió su oficio a los 25 años como ayudante del hábil impresor Harry Duncan, en Iowa, Estados Unidos. Durante su juventud, Pascoe acostumbraba vacacionar en México en la casa de su padre en el barrio de Mixcoac, trasladándose definitivamente a nuestro país en 1973.
Una vez en México, pone en marcha un taller de libros hechos a mano, originalmente llamado "Imprenta Rascuache". Tiempo después el lugar cambiaría su nombre por el de "Taller Martín Pescador" a sugerencia del poeta chileno Roberto Bolaño.
El lugar estaba ubicado en el número 101 de la calle Leonardo Da Vinci en Mixcoac, convirtiéndose en el cuartel general de un numeroso grupo de artistas y poetas de la época. El primer libro que publicó fue "Eólicas" de Cristina Peña. Entre las principales características del trabajo de Pascoe podemos encontrar gran originalidad y extremo cuidado en la elaboración de sus libros, ya que para realizarlos utiliza una prensa manual del siglo XIX y papeles finos, los cuales encuaderna a mano.
Muy pronto el Taller Martín Pescador obtuvo renombre, siendo 1979 un año clave al publicar el libro "Hijos del Aire" de Charles Tomlinson y Octavio Paz.
Pascoe siempre estuvo muy interesado en el rescate y ejecución de la música tradicional mexicana, así que mientras trabajaba por el día en sus libros, por las noches ensayaba con el grupo "Tejón". Más tarde Juan formó el grupo de son jarocho "Mono Blanco". Gracias a la estrecha relación que mantuvo con soneros y poetas, Pascoe publicó un libro de ensayos titulado "Monogramas", uno de sus trabajos más elaborados.
La razón por la que el Taller Martín Pescador se convirtió en la punta de lanza de grandes poetas en la década de los setentas, se debe a que estos autores supieron comprender el significado de la propuesta editorial del taller y unieron a ella sus propios proyectos y visiones.
La obsesión que ha acompañado a Pascoe durante toda su vida ha sido comprender cómo se enlazan los rasgos mínimos de la escritura y el espacio general del libro en que aparecen. Ha dedicado muchas horas de trabajo al arte de la tipografía y también a la filología, al ser un apasionado investigador de las primeras obras tipográficas en México.
Dentro de su trayectoria se encuentra la publicación de grandes obras de escritores como: Octavio Paz, Efraín Huerta, Alfonso D'Aquino, Roberto Bolaño, Juan José Arreola y José Luis Rivas, demostrándonos que a pesar de la tecnología que existe en nuestros días, es el trabajo manual, gráfico y tipográfico lo que da como resultado libros con un aspecto físico inigualables.
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